En Cazalla Origen te invitamos a disfrutar de una de las joyas de nuestra gastronomía, el Jamón Ibérico de Bellota, un producto único que solo puede elaborarse en la península ibérica, ideal para los amantes del jamón que buscan una experiencia de sabor repleta de matices.
Elaborado con la pata trasera de cerdos ibéricos, nuestro jamón ibérico de bellota es perfecto para el máximo disfrute de los sentidos. Disponible exclusivamente en la península ibérica, estos cerdos son alimentados con pienso hasta alcanzar un peso inicial de 100 kilos, y luego se trasladan a la dehesa para completar la fase final de engorde, donde se alimentan de bellotas, hierbas y plantas silvestres durante 4 meses.
Esta crianza, junto con las particularidades genéticas del animal, da lugar a una carne de sabor excepcional, con un jamón cuya grasa se infiltra en el músculo, creando una pieza veteada, jugosa y con un toque aceitoso que resulta exquisito al paladar.
Forma de presentación: El producto se presenta en piezas enteras, deshuesadas al vacío o en formato loncheado. El embalaje se realiza en cajas que pueden contener 1 o 2 piezas enteras.
Condiciones de almacenamiento: Los productos deben almacenarse en lugares frescos y secos, protegidos de la luz directa. En el caso de los productos loncheados, es necesario conservarlos en refrigeración a temperaturas inferiores a 10 °C.
Condiciones de transporte: Las piezas enteras deben transportarse en vehículos isotermados. Los productos loncheados requieren transporte en condiciones de refrigeración.
Forma de consumo: El producto puede consumirse en lonchas, idealmente como aperitivo o en bocadillos.
Loteado y durabilidad: Cada lote de fabricación se identifica con la letra "E" seguida de un número correlativo, comenzando por 1 para cada nuevo lote. Las piezas deshuesadas o loncheadas al vacío llevan un lote que empieza con la letra "D", seguido también de un número correlativo. Cada pieza cuenta con un número único dentro de su lote para su correcta identificación.
Vida útil: A cada lote se le asigna una fecha de consumo preferente. En el caso de productos enteros, esta fecha es de hasta 5 años desde el inicio de su elaboración. Para los productos loncheados o deshuesados, la vida útil es de 1 año desde el envasado.
Modo de empleo: Para los productos enteros, se recomienda retirar una capa exterior de entre 1 y 2 milímetros antes de su consumo, eliminando posibles restos de polvo, moho o grasa. Luego, el producto puede cortarse en lonchas o en pequeños trozos. Es importante conservarlo siempre en un lugar fresco y bien ventilado.